“Ver el mundo en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz interior porque la vida, por donde se mira, está compuesta de matices.

Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de arrogancia y estupidez.”

Walter Riso.

jueves, 26 de marzo de 2015

IDENTIDAD CRISTIANA Y LA EPIDEMIA DEL VIH Y SIDA.


Introducción.

La epidemia del vih y del sida ha puesto de manifiesto conductas, identidades sexuales, prácticas sociales que muchas y muchos hubieran querido mantener en un espacio privado y confidencial. Esa revelación ha puesto en movimiento prejuicios y miedos que fundamentaron estigmas y exclusiones. Pero esta crisis del vih y del sida también ha puesto de manifiesto la identidad de las comunidades cristianas. Esta identidad se ha reflejado en la construcción de diversos mensajes, discursos y acciones pastorales en su relación con los grupos en situación de vulnerabilidad a la epidemia.

Mirada bifocal

El gran desafío que tienen hoy las comunidades de fe es relacionar las afirmaciones confesionales básicas con su diálogo con los diversos grupos vulnerables al vih. Cuando hablamos de grupos vulnerables estamos nombrando específicamente a poblaciones que han debido vivir en la invisibilidad dentro de las iglesias o que al manifestarse han escuchado mensajes de condena y exclusión. En el contexto de esta epidemia debemos hacer un esfuerzo de considerar cómo y de qué forma anunciamos esa identidad  confesional en este contexto.

Las iglesias de la comunión luterana tienen en su fundamento una mirada bifocal de Dios, de la naturaleza humana y de la convivencia social que hacen a su identidad. Somos esas iglesias que saben distinguir claramente sin separar. El gran problema es cuando no se tiene asumida esa metodología y volvemos a mezclar y confundir aquello que debe mantenerse diferenciado en su naturaleza y en sus objetivos.

Permanentemente en la reflexión teológica pero también pastoral distinguimos entre ley y las promesas del Evangelio; entre las personas plenamente justificadas por Dios pero aun radicalmente pecadoras; distinguimos aquello que hace al núcleo del Reino de Dios donde nos movemos a partir de la revelación separando de aquello que pertenece al Reino Secular donde utilizamos la razón como herramienta interpretativa. Hacemos una precisa distinción entre fe como centro de nuestro compromiso con Jesucristo y las obras humanas que nacen de la caridad y que buscan la justicia para todos y todas.

Ley y Evangelio en la acción pastoral

Muchas comunidades cristianas al inicio de la epidemia del vih y del sida y muchas de ellas aún hoy, continúan anunciando a las personas que viven con el virus la ley sin promesa. He escuchado a algunos pastores de nuestra comunión pedir que volvamos a predicar el sexto mandamiento, aquel relacionado con la fornicación, como si el cumplimiento de ese mandamiento nos reconciliara frente a Dios. La epidemia del vih ha demostrado que tenemos un problema hermenéutico, es decir, que aquello que estamos debatiendo en nuestras comunidades no es la situación de las `personas y de los grupos en situación de vulnerabilidad al vih y al sida, sino nuestra forma de comprender la naturaleza de Dios, de la acción redentora de Jesús de Nazaret y de la inclusividad de la mesa eucarística, que hace a la identidad de la comunidad cristiana. Estamos debatiendo la forma de leer las Escrituras.

Muchos y muchas se sentirán decepcionados de este escrito porque esperarían encontrar en él información médica que hable sobre la naturaleza del virus, las formas de transmisión de la enfermedad y las formas en que se puede prevenir. Esperarían que hablara de preservativos, monogamia y fidelidad de pareja. Pero la epidemia del vih nos ha mostrado que la crisis no está ubicada en esa información médica y de educación para la prevención sino que el problema está en nuestra forma de comprender nuestra identidad cristiana.

Al anunciar la ley tenemos un claro objetivo sumamente democrático. Los mandamientos y los consejos evangélicos tienen como meta que todas y todos por igual y de la misma forma. seamos conscientes que hemos desobedecido la voluntad de Dios. El anuncio de la ley y los mandamientos no tiene finalidad alcanzar a un grupo destinatario específico sino el de ayudarnos a comprender nuestra propia e irremediable necesidad de la acción reconciliadora de Jesucristo. Al mirarnos nosotros mismos en el espejo que nos presentan los mandamientos y la ley descubrimos que todos y todas somos exactamente iguales ante Dios. Nadie tiene un poco más de méritos o de obediencia que otros y otras. Si alguien se jactara de su cumplimiento de uno solo de los mandamientos en voluntad y acción, estaría simple y llanamente haciendo que la misión de Jesús de Nazaret sea totalmente inútil e innecesaria,  porque entonces la reconciliación con Dios se haría por medio  del cumplimiento de un mandamiento y no por la fe en el único mediador entre todos nosotros y nosotras y nuestro Creador y Santificador.

Las personas no se justifican delante de Dios ni por la fidelidad conyugal, ni por la monogamia, que se ha transformado en un nuevo dogma salvador, ni por el uso del preservativo. Las personas se relacionan con Dios y con la acción de Jesucristo por la sola fe. Este es el núcleo de nuestro anuncio y para ello nos ayuda la ley. ¡Qué importante es tener en mente este uso de la Ley con relación a Dios cuando caminamos junto a las personas que viven con vih y con sida! Es este anuncio el que nos permite compartir la misma mesa eucarística, partir el mismo pan y beber de la misma copa. Repito literalmente: ¡comer del mismo pan y beber de la misma copa! Nuestro Creador y Santificador nos llama a todas y a todos por igual a vivir democráticamente bajo la ley para comprender mejor la radicalidad y la inclusividad de las promesas y la magnitud del Evangelio.

La Inclusividad de la comunidad cristiana

En esta perspectiva bifocal siempre tenemos que distinguir la forma en que estamos llamados a mirarnos delante de Dios (la Ley) y la forma en que Dios nos mira a través de Jesucristo (la promesa del Evangelio) Ese es el fundamento de nuestra inclusividad porque todos estamos llamados a mirarnos con la perspectiva de la Ley que nos hace a todos y todas iguales delante de Dios, y a dejarnos mirar por Dios desde las promesas del Evangelio. Desde esta mirada del es como hoy podemos construir una acción pastoral, una promoción de derechos y una acción de inclusión de las personas que viven con vih y con sida. Esta inclusividad no se construye desde la tolerancia o de la benevolencia sino que forma parte del núcleo de nuestra identidad cristiana.

Es necesario recordar que Jesús de Nazaret llega a la cruz por su coherencia de comunión con todos los grupos en riesgo de estigma y exclusión. Frente a las normas de los grupos que se sentían dueño de las ortodoxias teológicas y pastorales, donde la el cumplimiento de la Ley creaba categorías de prestigio, santidad y pureza, las mesas de Jesús eran un desafío a esos criterios. Su comer con personas consideradas totalmente impuras litúrgicamente como los leprosos, impuras por sus conductas (las personas en situación de prostitución) marcaron el camino de la cruz. Hoy nuevamente nuestro compromiso con las personas que viven con vih y con sida se vive a la sombra de esa misma cruz y en el desafío a criterios de justificación, santidad y pureza que nada tienen que ver con la acción niveladora de la Ley ni con las promesas de inclusión del Evangelio

Frente a nuestros hermanos y hermanas:

Esa distinción forma parte del núcleo del Reino de Dios pero nosotros y nosotras nos movemos por ahora en el Reino Secular. Allí nos movemos desde el amor que nace de la fe y que siempre busca la justicia y el respeto que le devuelve a las personas que viven con vih y con sida las dignidades perdidas y heridas por la sociedad y por la iglesia. Con Dios nos relacionamos a través de la aceptación en fe del camino que nos revela Jesús de Nazaret y solamente por ese camino llegamos a la reconciliación con el Creador y Santificador. Con los hermanos y hermanas nos relacionamos a través del amor que busca justicia y calidad de vida. Es por ello que nuestra conducta en este espacio siempre se renueva de acuerdo a nuevas situaciones, nuevos datos aportados por las ciencias y la razón. Aquí no existe más que un dogma revelado: todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios y ese es el fundamento común de nuestro compromiso con los derechos humanos y en nuestra defensa total de las dignidades de todas y cada uno de las personas que viven con vih y con sida. Esa es nuestra identidad y esa es la naturaleza de nuestro Dios. Ese es nuestro bautismo y esa es nuestra mesa eucarística. La epidemia del vih y del sida nos llama a ser comunidad en verdad y en acción.

Pastor Lisandro Orlov
Pastoral Ecuménica VIH-SIDA
Buenos Aires. Argentina.

lunes, 23 de marzo de 2015

Origen y Significado de las Expresiones Venezolanas.


Los venezolanos tenemos expresiones coloquiales muy nuestras. Frases, refranes, palabras que se perderían en cualquier traducción oficial y rígida. El origen de algunas se pierden en la historia, muchas vienen de vocablos en otros idiomas que fueron “venezolanizados” en la jerga popular.
Veamos algunos de ellos y su origen:
Pana: para referirnos a los amigos es de origen también es anglosajón, viene de la palabra “partner” (compañero). Otra versión: La palabra “Pana” viene de Panadería, ya que comúnmente ahí se reunían los muchachos/amigos de una cuadra o zona, para conversar, socializar o joder (Actualmente lo hago). Quizás fue abreviada en el tiempo porque seria muy largo o chistoso decir “Que paso mi panadería”.
Musiú: Lo usamos para referirnos a un extranjero o alguien con apariencia de forastero. Viene del vocablo francés “Monsieur” que significa “Señor”.
Chamo: Una palabra que nos distingue en muchos países de Latinoamérica. Viene de “Chum” que en inglés significa amigo o camarada.
Dar la cola: Lo utilizamos para la acción de pedir un aventón, que nos lleven a algún lugar. Se cree que viene de la guerra de la independencia donde los soldados rasos le pedían a oficiales amigos que los llevasen en la grupa o cola del caballo para descansar los pies en sus largas travesías.
Jalar Bola: Se utiliza como expresión vulgar de adular, halagar exageradamente a alguien o intentar persuadirlo de forma zalamera o insistente. El “jalabola” es quien ejecuta la acción. Contrario a lo que se cree no tiene nada que ver con halar testículos, cosa que sería dolorosa. Su origen data de las viejas cárceles venezolanas donde los presos usaban grilletes. Aquellos con mayor poder económico o influencia tenían a su “jalabolas” particular que los ayudaba a cargar o arrimar las pesadas bolas de hierro que tenían aferradas a sus tobillos con cadenas.
Corotos: Sinónimo popular de cosas, objetos genéricos. El expresidente Antonio Guzmán Blanco tenía una gran colección de cuadros del artista francés Jean Baptiste Corot.  Cada vez que tenía que cambiar de residencia le pedía a los empleados y personas de la servidumbre “¡Cuidado con los Corots! Para que tuvieran precaución al embalar y trasladar los cuadros. Luego estos empleados fueron generalizando la palabra a todos los objetos de la casa.
Echarse los palos: Beber licor. Al abolirse la esclavitud, los hacendados se negaron a pagarle a sus antiguos sirvientes con monedas de plata. Por lo que hacían tablillas con el sello de la hacienda para que pudieran ser canjeadas en las pulperías y bodegas por víveres. Muchos preferían comprar licor por lo que pedían “un palito de ron”, “un palo de miche”, etc. Al tener que contar en que habían despilfarrado las tablillas o palitos decían “me eché los palos”.
Dejar el pelero: Significa huir rápidamente de un lugar. Se dice que los indígenas venezolanos al seguir el rastro de una presa decían que la misma había salido corriendo al dejar rastros de pelo en el suelo o en la pared de su refugio. “Dejó el pelero” al sentirse amenazada.
Echarle pichón: Significa hacer un esfuerzo para lograr algo. En los antiguos pueblos y ciudades venezolanas, el agua se obtenía de bombas o fuentes públicas que había que utilizar con esfuerzo físico. Estas bombas tenían un letrero que decía “Push on”, para indicar que había que empujar la palanca para lograr extraer el agua. Al venezolanizarse quedó la expresión “Echarle pichón” para señalar a alguien que tenía que sacar el agua haciendo fuerza en la palanca.
Echar un polvo En el siglo XIX y comienzos del siglo XX se popularizó el uso del rapé, (polvo de tabaco inhalado). Como cortesía los hombres se lo ofrecían a las damas: ¿Quiere echar un polvo? Muchas veces los mismos tenían urgencia de inhalarlos por el síndrome de abstinencia y se ausentaban de la reunión social para hacerlo en solitario ya que era de mala educación hacerlo en público. Sin embargo no siempre era para esto sino para tener un encuentro sexual furtivo con una damisela.
Guachiman: Vigilante o sereno. Viene del inglés venezolanizado Watchman.
Bajarse de la Mula: Pagar una deuda o pagar por participar en una fiesta o celebración.  Si vienes a la fiesta, te bajas de la mula. Su origen viene de la época de la Colonia, cuando le cobraban una deuda a una persona, que iba montado en una mula, y ésta decía que no tenía dinero, le aceptaban la mula como pago, y tenía que “bajarse de la mula”  para poder entregarla.
Macundales: Las compañías extranjeras que extraían el petróleo venezolano traían un conjunto de herramientas de la marca “Mack and Dale”. Cuando terminaba la faena, los obreros venezolanos acuñaron la expresión “recojan los macundales” para referirse a dichas herramientas de trabajo.
Pela bolas. Pelar Bolas: Proviene del hecho de que un jugador de beisbol no es capaz de realizar atrapadas es cuestionado y relegado al banco o separado del equipo. Por lo que es visto como alguien de poco valor, importancia o utilidad. En su uso actual se asocia con la carencia de valores económicos por lo que no es tomado en cuenta.
Güebón: Los animales de granja con genitales muy grandes suelen tener un andar lento y torpe. De ahí que hoy en día se use este adjetivo para señalar personas torpes o con poca sagacidad.
Gozar un puyero: Pasarla muy bien. Antiguamente (hasta hace 30 años) existían monedas de 5 céntimos llamadas “puyas” o “chivas”. Solía dárselas a los niños para que compraran golosinas o chucherías lo cual les causaba alegría.
Mamar gallo: Se usa para denotar que a alguien se le está haciendo una jugarreta. En las peleas de gallos se acostumbra a succionar la cabeza del gallo para que este se vuelva desconcertado y a la hora de la lucha el mismo huya y no enfrente al otro gallo, logrando cansar a su oponente. Una vez recobrado el sentido de la orientación puede atacarlo con mayor oportunidad. Dicha práctica se considera ilegal y poco honorable y ante la sospecha de su uso se exclama: ¡Me están mamando gallo!
Echar Carro: Echar el carro es holgazanear. Está echando carro, es decir que alguien está sin hacer nada. Me echó el carro, quiere decir me embarcó.
Echar un Camarón: En las excavaciones petroleras, los capataces gringos de vez en cuando querían echar una siesta. Pero para no ser vistos por los obreros venezolanos se excusaban diciendo “I come around” (Ya vuelvo). Esta frase al venezolanizarse quedó como camarón para definir el sueñito que se echa en medio de una jornada.
Cotufa: Es nuestro pop corn o palomitas de maíz. Viene de los sacos con los granos de maíz para tal fin que tenían la inscripción “Corn to fry” que al venezolanizarse dio origen a dicha palabra.
Echar los PerrosEs la actividad de “cortejar” a las damas. Romeo le está echando los perros a Julieta. Viene del término taurino de “echarle los perros” al toro para cansarlo y ayudar al torero en su faena.
¿Vas a seguir Abigail?: En los años 80s RCTV transmitió la telenovela “Abigail”, protagonizada por Catherine Fullop y Fernando Carrillo. Dicha telenovela duro mucho tiempo al aire por lo que se tornó aburrida y monótona. ¿Vas a seguir Abigail? Lo usamos para expresar fastidio por algo insistente o que dura más de lo necesario.
 Echarse las Bolas al Hombronacida en el tiempo de los presos que hacían trabajos forzados a perpetuidadque significa flojear, dejar de hacer un trabajo, venía del hecho de que los presos solo podían levantar del piso la bola que tenían unida a la cadena del grillete a la hora de comer, momento en el que levantaban la pesada bola y se la echaban al hombro, era un momento de descanso.
Guircha: Usado en el Occidente del país de forma peyorativa para hacer referencia a las muchachas de barrio, ya sea por su vestimenta o comportamiento. Proviene de las palabras en Inglés: Wild Child (Chica Salvaje).
Esnobores la manera del oriental venezolano de llamar al “raspado” o “cepillado”, o sea el vasito lleno de hielo cepillado o desmenuzado y rociado con jarabes de distintos sabores y coronado con leche condensada.
En los campos petroleros del estado Anzoátegui, los trabajadores gringos o ingleses se acercaban al carrito vendedor de raspados y pedían “Give me a Snow Ball” (Deme una bola de nieve), y de ahí se derivó el término “esnobor”.

Matar un TigreEn los inicios del siglo XX, cuando del Norte nos invadía el Jazz, se puso de moda una pieza conocida como “The Tiger Rag”, (El Rag del Tigre), de mucha complejidad para nuestros músicos criollos. En esa época, estos se reunían en la Plaza la Concordia, donde  se contrataban para formar orquestas conocidas como las “vente tu”, ya que el organizador las iba formando según el instrumento que tocaban y la disponibilidad del músico para tocar el Tigre y se pusieron de moda frases tales como ” necesito una orquesta para el viernes, pero  hay que matar el tigre” . Esta frase quedó entonces como sinónimo de conseguir un trabajo temporal, no solo para el músico, sino para cualquier empleo.
Croche Con esta palabra se designa el embrague de los automóviles;  en Inglés: “Clutch”  Expresión: Para cambiar, métele el croche,
Otras Frases:
Frambollán: Se llama así  al árbol de Acacia que en Ingles es “Flamebouyant”
Esnobor: Con esta palabra se conoce el cepillado o raspado de  hielo.Se deriva de ·”Snow Ball”
CeibóMueble usado en el comedor. Viene de “Side board”
Macadam: Sistema de pavimentación en cemento “Mac Adam”
Brodequines: Marca de botines “Brothers King”
Ponerse las pilasestar atento
Pisos: Haciendo referencia a los zapatos. Me compre unos pisos bien bonitos
GuiroMe duele el guiro (cabeza). Tranquilo que no hay  (no hay problema)
Le dio un Yeyo: le dio un desmayo
Cogio Aire: se refiere cuando alguien tiene un dolor en la espalda o el costado.
Veri Veri: igual que el Yeyo. Aunque a veces decimos: Al Sr. le dio una vaina!!
Salir con un Culo: ir de paseo con una chica
Tomarse unas Frias: beberse unas cervezas.
Hacer la Segunda: hacer un favor
Jeva: chica o novia.
Ir pal Yodo: ir a la playa.
Vaina: son palabras que usamos para sustituir las que deberíamos usar para decir algo. Ej. “Epa, pasáme la cosa esa pa’ apretar la vaina pa’que prenda la guevonada esta pa’ irnos de esta mierda”
La persona a la que se le dice esto, sabe perfectamente que herramienta va a pasar, que se va a apretar, que se va a prender y de donde se van a ir.
Dejar Morir: cuando no se ayuda a otra persona. Coño pana me dejaste morir anoche con los culos!!
Meterse una papa: comer
Fuerza: referente al dinero. Pana si consigo una fuerza me voy con Uds.
Rancho: casa, hogar. Bueno pana, nos vemos, me voy pal’ rancho.
Otro caso no muy conocido se da (no sé si aún) en las industrias petroleras, en las que se asigna al “Turrunero de Guardia”, término que designa a la persona de guardia en el “Tool Room”, o turrún, que es la venezolanización del término.

Como vemos, la temida transculturización del lenguaje ha sido necesaria en la adopción una jerga propia en los venezolanos. Y en muchos otros la adaptación a nuevos usos y realidades de los tiempos han creado otras. El lenguaje es vivo, cambiante y evoluciona siempre. Y en Venezuela nos da identidad, soberanía y cultura inconfundible.
Fuente: El panda Viral.

¿Realmente la homosexualidad es genética?

En las dos últimas décadas se han publicado muchos informes científicos sobre los orígenes biológicos de la homosexualidad. Se está convirtiendo ya en ortodoxia científica. Pero, ¿cómo encaja en la teoría de la evolución de Darwin?


La canción de Macklemore and Ryan Lewis "Same Love", que hoy en día es el himno extraoficial de la campaña en favor del matrimonio gay en Estados Unidos, refleja el sentimiento de mucha gente sobre su sexualidad.
Se burla de quienes "piensan que es una decisión y que se cura con tratamiento y religión, una reconexión artificial contra una predisposición".
Una minoría de homosexuales discrepa, al sostener que la sexualidad es una construcción social y que ellos escogieron conscientemente y con orgullo tener parejas del mismo sexo.
Pero la opinión científica es acorde con la canción. Desde principios de la década de 1990, investigadores han mostrado que la homosexualidad es más común en hermanos y parientes en la misma línea materna y que un factor genético es la causa.
También relevante -aunque no constituye una prueba- es la investigación que identifica diferencias físicas en los cerebros de adultos heterosexuales y homosexuales, y una increíble variedad de conductas homosexuales en animales.
Pero como los gays y lesbianas tienen menos hijos que los heterosexuales, se plantea un problema.
"Desde una perspectiva evolutiva es una paradoja", le dice a la BBC Paul Vasey, de la Universidad de Lethbridge, Canadá. "¿Cómo puede una característica como la homosexualidad masculina, que tiene un componente genético, persistir en el tiempo evolutivo si los individuos que llevan los genes asociados no se reproducen?".
Los científicos no saben la respuesta a este rompecabezas darwiniano, pero hay varias teorías.
Es posible que distintos mecanismos funcionen en distintas personas.
Las teorías suelen relacionarse con la homosexualidad masculina. Hay relativamente poco sobre la evolución del lesbianismo; puede que sea similar o completamente diferente.

Los genes de la homosexualidad también hacen otras cosas

Los alelos -grupos de genes- que a veces codifican la orientación homosexual pueden tener en ocasiones un beneficio reproductivo, que compensaría a los gays y aseguraría la continuación de la característica, ya que los heterosexuales pasarían el gen.
Hay dos formas de que ocurra. Una, que el alelo confiera una característica psicológica por la cual los hombres heterosexuales son más atractivos a las mujeres o viceversa.
"Sabemos que a las mujeres les tienden a gustar características de comportamiento y faciales más femeninas en sus hombres y eso podría asociarse a cuestiones como la capacidad de crianza de los hijos o mayor empatía", afirma Qazi Rahman, coautor de "Born Gay; The Psychobiology of Sex Orientation".
En consecuencia, dice la teoría, una "dosis" baja de estos alelos aumenta las probabilidades del éxito reproductivo. De vez en cuando un integrante de la familia recibe una dosis mayor que afecta su orientación sexual, pero el alelo conserva una ventaja reproductiva.
Otra forma en que un "alelo gay" podría compensar su déficit reproductivo es con el efecto contrario en el sexo opuesto. Por ejemplo, un alelo que hace que el portador sea atraído por los hombres tiene una obvia ventaja reproductiva para las mujeres. Si aparece en el código genético de un hombre, habrá atracción al mismo sexo, pero mientras sea rara, el alelo aún posee un beneficio evolucionario.
Hay alguna evidencia a favor de esta segunda teoría. Andrea Camperio-Ciani, de la Universidad de Padova, en Italia, encontró que las parientes femeninas por el lado materno de hombres homosexuales tienen más hijos que las de heterosexuales.
Esto implica que hay un mecanismo desconocido en el cromosoma X del código genético masculino que ayuda a las mujeres de la familia a tener más bebés, pero puede llevar a la homosexualidad en los hombres.
Los resultados no se han replicado en algunos grupos étnicos.

Gays: "colaboradores en el nido"

Los fa'afafine de Samoa
A los fa'afafine de Samoa no les gusta que los llamen "gay" ni "homosexuales".
Algunos investigadores creen que para entender la evolución de los gays, hay que ver cómo encajan en el resto de la sociedad.
El estudio de Paul Vasey en Samoa se enfocó en una teoría llamada selección de parentesco o hipótesis del "colaborador en el nido".
La idea es que los gays compensan su falta de hijos promoviendo la capacidad reproductiva de sus hermanos, contribuyendo con dinero o actuando como tíos. Algo de su código genético se comparte con sus sobrinos y, según la teoría, los genes siguen su marcha.
Los escépticos señalan que si en promedio la gente comparte sólo 25% de su código genético con estos parientes, necesitarían compensar por cada hijo que no tienen con dos sobrinos que de otro modo no existirían.
Vasey no ha medido cuánto una orientación homosexual impulsa la tasa de reproducción de sus hermanos, pero estableció que en Samoa los hombres gay pasan más tiempo en actividades de tíos que los heterosexuales.
El hallazgo sorprendió a Vasey pues previamente había comprobado que los hombres gay en Japón no eran más atentos ni generosos con sus sobrinos que los heterosexuales sin hijos. El mismo resultado se ha encontrado en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
Vasey cree que lo de Samoa es diferente porque los hombres que él estudió son diferentes: los fa'afafine, que se identifican como un tercer género, se visten como mujeres y tienen relaciones sexuales con hombres considerados heterosexuales. Son personas transgénero a las que no les gusta que les llamen ni "gay" ni "homosexual".
Vasey especula que en parte los fa'afafine son más atentos con sus sobrinos porque la cultura samoana los acepta mejor que las de Occidente y Japón.
Pero también cree que hay algo en el modo de vida de los fa'afafine que los predispone más a criar a sus sobrinos, y especula que encontraría resultados similares en otros grupos transgénero del mundo.
De ser cierto, la teoría del colaborador en el nido podría explicar cómo una característica genética de atracción por el mismo sexo no ha quedado fuera de selección. Por eso Vasey especula que los gay que se identifican como hombres y tienen características masculinas -como la mayoría en Occidente- descienden de hombres que tuvieron una sexualidad transgénero.

Gays que tienen hijos

Elton John, David Furnish y su hijo
Elton John y David Furnish tuvieron dos hijos con una madre de alquiler, aunque la identidad del padre biológico es secreta.
En EE.UU., alrededor del 37% de lesbianas, gays, bisexuales y transsexuales tienen un hijo, de los cuales 60% son biológicos. Según el Williams Institute, las parejas gay tienen un promedio de dos hijos.
Estas cifras pueden no ser lo suficientemente altas como para sostener características genéticas específicas a este grupo, pero el biólogo evolutivo Jeremy Yoder indica que en gran parte de la historia moderna los gays no han vivido abiertamente como gays. Obligados por la sociedad a casarse y tener hijos, sus tasas de reproducción pueden haber sido más altas que ahora.
Cuántos gays tienen hijos también depende de cómo se define ser "gay". Muchos heterosexuales que tuvieron sexo con los fa'afafine en Samoa se casan y procrean.
"La categoría de sexualidad con el mismo sexo se hace muy difusa desde una perspectiva multicultural", dice Joan Roughgarden, bióloga evolutiva en la Universidad de Hawai. "Si vas a India y alguien te dice que es 'gay', inmediatamente lo identificas como occidental. Pero no significa que no haya homosexualidad allí".
En Occidente también hay pruebas de que muchos pasan por una fase de actividad homosexual. En la década de 1940, el investigador sexual estadounidense Alfred Kinsey encontró que, mientras 4% de los hombres blancos eran exclusivamente gay después de la adolescencia, 10% tuvieron un periodo gay de tres años y 37% tuvieron sexo gay en algún momento de su vida.
Un sondeo nacional de actitudes sexuales en Reino Unido en 2013 mostró cifras menores. Un 16% de mujeres dijeron haber tenido una experiencia sexual con otra (8% tuvieron contacto genital) y 7% de hombres admitieron lo propio (5% tuvieron contacto genital).
Pero muchos científicos están interesados en un patrón continuo e interno de deseo más que en si la gente se identifica como homosexual o heterosexual o con cuánta frecuencia tienen sexo gay. "La identidad y los comportamientos sexuales no son buenas medidas de la orientación sexual", señala Vasey. "Los sentimientos sexuales sí".

No todo está en el ADN

Rahman afirma que los alelos que codifican la atracción por el mismo sexo únicamente explican parte de la variedad en la sexualidad humana. Otros factores biológicos naturalmente variables entran a tallar, como que uno de cada siete hombres gay deben su sexualidad al "efecto del hermano mayor".
Esto describe la observación de que los chicos con hermanos mayores tienen significativamente más probabilidades de ser gay: por cada hermano mayor la probabilidad aumenta cerca de un tercio. Nadie sabe por qué, pero una teoría es que con cada embarazo de varón, el cuerpo de la mujer forma una reacción inmune a las proteínas que influye en el desarrollo del cerebro masculino.
Como esto sólo se ve después del nacimiento de varios hermanos, generalmente heterosexuales que a su vez tienen más hijos, este capricho prenatal no ha sido eliminado con la evolución.
La exposición a niveles inusuales de hormonas antes de nacer también puede afectar la sexualidad. Por ejemplo, los fetos femeninos expuestos a niveles altos de testosterona muestran tasas más altas de lesbianismo después. Hay estudios que muestran que las lesbianas tienen una menor diferencia de longitud entre sus dedos índices y anulares: un indicio de exposición prenatal a la testosterona.
Los gemelos idénticos presentan una pregunta capciosa. Según investigaciones, si uno de ellos es gay, hay 20% de probabilidades de que el otro tenga la misma orientación sexual. Bastante bajo para dos personas con el mismo código genético.
William Rice, de la Universidad de California en Santa Bárbara, dice que podría ser posible explicar esto si tenemos en cuenta más bien cómo se procesa nuestro código genético.
Rice y sus colegas se refieren al emergente campo de la epigenética, que estudia las "epimarcas" que deciden qué partes de nuestro ADN se encienden o apagan. Las epimarcas se pasan a los hijos, pero sólo ocasionalmente.
Rice cree que los fetos femeninos emplean una epimarca que los hace menos sensibles a la testosterona. Usualmente no se hereda, pero a veces sí y lleva a la preferencia de los niños varones por su mismo sexo.
El doctor William Byne, editor en jefe de la revista LGBT Health, opina que la sexualidad podría ser congénita, pero sería más complicado de lo que algunos científicos creen.
Puntualiza que la capacidad de heredar la homosexualidad es similar al divorcio, pero los "investigadores de ciencias sociales no han buscado 'genes del divorcio'. Más bien se han concentrado en personalidad y rasgos temperamentales hereditarios que podrían influir en la probabilidad de divorciarse".
Para Rahman, los medios simplifican demasiado las teorías genéticas de la sexualidad, con sus informes del descubrimiento del "gen gay". Él cree que la sexualidad involucra decenas o cientos de alelos que probablemente tardarán décadas para descubrirse.
Incluso si el sexo heterosexual es más ventajoso en términos evolutivos que el sexo gay, no sólo la sexualidad de los homosexuales está determinada por sus genes, concluye, sino la de los heterosexuales también.
Fuente: William Kremer
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Religión, Homosexualidad y Activismo

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