El canal anal es un
músculo terminal del intestino grueso controlado por el sistema nervioso
central. Dicho canal está formado por una membrana mucosa que puede ser muy
sensible. Estimulada de forma adecuada puede producir demasiado placer, sin
embargo, también es una importante puerta de entrada a las infecciones de
transmisión sexual (ITS) incluyendo el VIH.
Bajo la mucosa anal
existe un sistema que mantiene la zona irrigada por sangre y conectada a los
vasos sanguíneos.
El
ano mantiene su forma tubular debido a dos esfínteres en forma de anillo. El
esfínter externo es un músculo voluntario el cual aprendemos a controlar desde
niños. El interno constituye un engrosamiento de las fibras musculares
circulares del recto, este es un músculo involuntario.
Se
puede dominar el esfínter externo manteniendo cerrado el orificio del ano o
relajándolo para permitir la salida de las heces. Así, la penetración tiene una
estrecha relación con la disposición y el control voluntario de quien es
penetrado. Cuando el ano no ha sido lo suficientemente estimulado, la
penetración suele ser dolorosa y el esfínter externo puede romperse
(ocasionando la salida de desecho fecal). Si sucede esto no te preocupes, se
trata de un percance que puedes solucionar con agua. Lo importante es aprender
a dominar los esfínteres.
Te brindamos a continuación algunas recomendaciones
para facilitar y disfrutar la penetración anal.
Lava tu ano, incluyendo algo de la parte interior, con
agua y jabón. Asegúrate de enjuagar bien el jabón. Pon bastante lubricante
en el dedo índice y juega con él en la parte exterior del ano y comienza a
introducirlo en tu ano con lentos movimientos circulares. A medida que te
sientas cada vez más relajado, aplica más lubricante y mete tu dedo más
adentro.
A estas alturas, sentirás la presión de los músculos
del ano (esfínter) ajustando tu dedo. Son éstos los que necesitan
relajarse para poder ser penetrado sin dolor. Trata de contraerlos
voluntariamente. Te sorprenderá sentir en tu dedo lo fuertes que son.
Suéltalos. Contrae y relaja estos músculos varias veces, hasta que sientas que
el ano se ha comenzado a dilatar.
Ahora introduce tu dedo más adentro. Si no te
sientes suficientemente dilatado, no intentes hacerlo bruscamente. Tómate tu
tiempo, ya ocurrirá. Ten paciencia. Una vez que tu dedo pasa del esfínter,
entra al recto, que es un espacio más amplio. Notarás el cambio en la
textura. Mete y saca tu dedo unos 5 cm cada vez. Si hasta ahora tenías miedo respecto
de la penetración anal, te asombrará ver lo fácil que resulta.
Saca tu dedo, respira hondo y relájate por unos
minutos. Cuando hayas hecho varias sesiones exploratorias y tengas mayor
confianza, intenta con dos dedos. Si sientes que los músculos del esfínter se
cierran, regresa a los ejercicios de contracción y relajamiento.
Hay otros dos
ejercicios que te pueden ser útiles.
Primero, si tienes un compañero de sexo o una pareja, pídele que
explore tu ano con sus dedos siguiendo las indicaciones anteriores. El segundo ejercicio consiste en
masturbarte mientras te insertas uno o dos dedos en el ano. Mientras lo haces,
mueve tus dedos lentamente adentro y afuera.
Advertencia: El uso de dedos y consoladores brinda placer, y
también es seguro. Nunca introduzcas otra cosa en tu ano. Jamás uses botellas
de plástico o vidrio, vegetales u otros objetos exóticos. Algunos de ellos se
te pueden escapar, y perderse en tus intestinos, y podrías necesitar un médico
para retirarlos.
Algunos prefieren hacer «ejercicios» en una tina llena de agua caliente, porque eso ayuda
mucho al relajamiento. El baño es un lugar bastante privado para quien aún vive
con la familia. Además, puedes querer invitar a alguien a la tina para realizar
estos ejercicios contigo. La sesión puede terminar siendo instructiva y
divertida.
CÓMO ESTIMULAR A UN
PRIMERIZO
Si estás por iniciar a un primerizo
puedes comenzar por introducir suavemente un dedo lubricado en su ano. Cuando
se sienta cómodo introduce dos, pero no muy rápido y masturbarlo con tu otra
mano. El placer de la masturbación puede ser relacionado con la nueva sensación
anal. Una vez estimulado su ano puedes realizar una penetración lenta y suave,
pero no penetrarlo de golpe, parar en el momento que sienta dolor o dejar que
él te guíe y aumentar el ritmo conforme se sienta más cómodo y sí estimular su
ano y próstata.
LA PRÓSTATA: EL PUNTO
G MASCULINO
La próstata
masculina, parecida al punto G femenino, puede tener una respuesta orgásmica
frente a la presión o manipulación. La próstata se encuentra a unos tres
centímetros por encima de la cara frontal del recto y tiene forma de disco
pequeño y firme. El ano, además de su respuesta a la estimulación táctil, es
una zona sensorial que produce una respuesta placentera en el cerebro al ser
estimulada.
Para los hombres,
independientemente de su orientación sexual, la estimulación de
la próstata puede ser un fuerte estímulo sexual. Ésta puede alcanzarse con un
dedo o el sexo anal. Durante la excitación el ano puede presentar
contracciones, llegando a sincronizar al ano con los movimientos pélvicos.
Estas contracciones musculares son muy poderosas y pueden producir mucho placer
tanto para quien penetra como para quien es penetrado, sin embargo, si existe
sangrado o dolor continúo lo más conveniente es ir al médico.
ASEO ANAL
PRIMERA:
La de evacuar antes de tener relaciones sexuales y hacerte una
buena higiene de la región anal con agua y jabón, sin aplicar enemas
o sea NO REALIZARTE LAVATIVOS.
Si tu opción fuera esta,
la ventaja es que no habría efectos secundarios en el tracto gastrointestinal,
como por ejemplo COLON IRRITABLE, ILEO PARALITICO, entre otras condiciones
medicas que podrían aparecer por casos que han sido reportados.
Tal vez te genere
incomodidad pues la salida de restos de heces a modo de manchados, es probable.
SEGUNDA:
La de evacuar antes de tener relaciones sexuales, hacerte una buena
higiene de la región anal y aplicarte enemas o sea REALIZARTE
LAVATIVOS.
Con esta alternativa ha
habido reportes de problemas de salud como el COLON, ILEO PARALITICO, E INFECCIONES
DE TRANSMISIÓN SEXUAL CON MAS FRECUENCIA.
Sin embargo el hecho de
realizarte lavativas le evitaría incomodidad al activo por la imagen higiénica
que se lleve de ti después de la relación sexual, pues no llegaría a ver restos
de heces en el pene luego de haber penetrado.
Si en caso se realizara
las lavativas deberá ser usando enemas evacuantes que venden en farmacias, para
evitar la posibilidad de generar otro tipo de infección, y no se recomendaría
el uso frecuente de esta práctica higiénica, por los probables efectos ya
mencionados.
Reiteramos que las
relaciones sexuales deben realizarse con el uso del preservativo o condón, sea
cual fuera la técnica de limpieza a elegir.
Es esencial seguir estas
recomendaciones sobre lubricación, relajamiento, dilatación y aseo cuando
decidas tener relaciones sexuales con alguien.
La idea es que disfrutes plena y
sanamente de tu vida sexual y en GAYMAS.COM estamos para informarte y ayudarte…
DR GAY.
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