La Comisión de Deportes del Parlamento alemán escuchó este miércoles a uno de los pocos futbolistas en haber revelado su homosexualidad y a otros expertos, para estudiar por qué esta orientación sexual continúa siendo un tabú en el deporte de alto nivel en el país.
"La discriminación que sufren numerosos deportistas homosexuales es un símbolo de otras discriminaciones que existen en la vida de cada día y en el trabajo: por su orientación sexual, no pueden vivir la vida que les gustaría vivir", explicó Marcus Urban, ex futbolista homosexual, ante la Comisión.
Urban, que militó en el Erfurt, un club de la extinta República Democrática Alemana (RDA), nunca llegó a la élite del fútbol alemán. En 2007, dio a conocer su homosexualidad en una entrevista y un año más tarde publicó un libro titulado "El jugador escondido".
Hasta el momento es el único futbolista o ex futbolista alemán de un nivel destacado en haber revelado su homosexualidad, mientras que varias jugadoras, entre ellas la internacional Nadine Angerer, sí que han revelado su orientación hacia las personas de su mismo sexo.
Según la investigadora universitaria Tatjana Eggeling, "al contrario que en otros campos de la sociedad, el deporte no es un ámbito abierto a la homosexualidad".
El fútbol masculino es particularmente homófobo, sobre todo en lo que se refiere a las actitudes de los hinchas, lamentaron varios expertos.
Marcus Urban estimó que las instituciones deportivas, entre ellas el Comité Olímpico Alemán (DOSB), presente este miércoles, tenían la responsabilidad de terminar con el tabú.
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