“Ver el mundo en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz interior porque la vida, por donde se mira, está compuesta de matices.

Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de arrogancia y estupidez.”

Walter Riso.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Hay que convencer, no vencer.


Es un hecho incontestable que en la mayoría de las iglesias se discrimina al colectivo LGTB**. El Diccionario de la Lengua Española (RAE) define la acción discriminatoria como el hecho de “seleccionar excluyendo o dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.” Y evidentemente, a las minorías sexuales se las excluye de la comunión integral de la vida de las iglesias por el hecho de ser y hacer en concordancia con su orientación sexual. Y esa exclusión obedece, entre otras cuestiones, a cuatro elementos: el imaginario social patriarcal que las iglesias comparten con la sociedad, la comprensión que éstas tienen de la naturaleza de sus textos sagrados, la tradición eclesial recibida y la valoración moral que éstas hacen de la homosexualidad y su práctica.

Con las minorías sexuales ocurre como antaño –en algunos espacios eclesiales todavía hoy-  ocurrió con las mujeres: se las excluía de la formación teológica en los seminarios, de los ministerios pastorales, de la enseñanza a la comunidad de fe, de la oración púbica, etc. Cambiar un imaginario social y religioso tan arraigado entre las iglesias fue, y sigue siendo, una tarea harto complicada. 

De ahí que crea que debemos tener un claro objetivo a compartir entre los que somos partidarios de la inclusión integral del colectivo cristiano LGTB: convencer. Y eso sólo se logra haciendo pedagogía positiva entre las iglesias.

·         Por ello, en primer lugar, se hace necesario que los cristianos y cristianas heterosexuales escuchen de viva voz los testimonios de fe, fidelidad y compromiso con el seguimiento de Jesús de las personas LGTB.
·         En segundo lugar debemos emprender talleres de lectura de los textos bíblicos y de las argumentaciones teológico-morales que se utilizan para la exclusión de las personas con orientación sexual diferente en las iglesias cristianas.
·         En tercer lugar, debemos utilizar los medios de comunicación cristianos a nuestro alcance para hacer ver la riqueza social que adquiere el reconocimiento de la diversidad sexual y des demonizar a las personas LGTB.
·         En cuarto lugar, debemos –sobre todo los pastores y pastoras- emprender la ardua tarea de abrir nuestras comunidades a los cristianos y cristianas homosexuales a fin de que a través de la convivencia y la comunión mutua se rompan los estereotipos gaifóbicos, lesbofóbicos y transfóbicos que pululan en nuestros ambientes locales.
·         Por último, y en quinto lugar, debemos evitar en nuestros planteamientos toda beligerancia descalificadora del que interpreta la Biblia y la sexualidad humana de manera diferente a la nuestra. Como escribieran Arland Hultgren y Walter Taylor, “la diferencia entre quienes hacen la interpretación [de los textos bíblicos] no se debe entender como un conflicto entre quienes buscan ser “fieles a las Escrituras” y quienes buscan ‘adaptar la Biblia’ a sus gustos personales. Los desencuentros son genuinos[1]
Si perseveramos contra viento y marea en llevar a cabo una pedagogía positiva en la línea que apunto lograremos el cambio de mentalidad anhelado por muchos de nosotros. El objetivo no es vencer, sino convencer.


[1] Nota 25 en línea 706 del documento “Sexualidad humana: dignidad y confianza” (2009), de la Iglesia Evangélica Luterana de América
** LGTB= lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.
Ignacio Simal es pastor de la Església Evangèlica de Catalunya - Iglesia Evangélica Española en la Església Evangèlica Betel (Orient, 28; Hospitalet, Barcelona). Es director / fundador de Lupa Protestante.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Homofobia: el único prejuicio aceptable.


La homofobia se ha caracterizado a lo largo de la historia de Occidente por condenar todo aquello que salga de los parámetros establecidos. Desde la cultura griega hasta la actualidad han surgido distintas concepciones en torno a la homosexualidad. Un “amor perfecto” en la época griega pasó a ser un pecado mortal y se ha establecido como “el único prejuicio aceptable en nuestra sociedad”, sostiene el investigador Byrne Fone.

Fone, académico de la City University of New York, se ha dedicado al estudio de la homosexualidad, desde la cultura griega hasta hoy. Por medio de Homofobia: Una historia, su más reciente publicación en México (editorial Océano), brinda un acercamiento a la construcción de este concepto que genera un odio exacerbado en la sociedad, y cuyas consecuencias pueden ser fatales.

¿Cuál es la razón para que hoy en día se condene a la homosexualidad, si en otras épocas históricas no era juzgada?

La homosexualidad ha sido condenada en casi todos los periodos históricos y en casi todas las culturas menos en la griega como lo muestro en Homofobia. En las culturas antiguas tanto occidentales como orientales siempre han existido reglas y prohibiciones en cuanto a la homosexualidad. Tanto las tradiciones judeo-cristianas como islámicas siempre la han prohibido y detestado activamente e incluso todavía promueven castigos radicales para las relaciones del mismo género. Esto estigmatiza tanto a los hombres como a las mujeres gays y nos da el estatus de una minoría, a su vez, esto promueve su persecución e intolerancia, lo cual lleva a la privación de los derechos acordados a todos los miembros de una sociedad.

¿Qué tanto influyeron a nivel social los argumentos científicos del siglo XIX, los cuales consideraban a la homosexualidad como “sentimiento sexual contrario”, para que ésta fuera estigmatizada con mayor énfasis en los últimos 200 años?

Lo que hizo la “ciencia” anti-homosexual del siglo XIX fue agregar otra capa a la condena de la homosexualidad. La Iglesia lo ha hecho un pecado, la Ley un crimen, y la ciencia del siglo XIX la hizo una enfermedad, aseverando que era una forma de locura. La noción de Karl Westphal, que planteaba a la homosexualidad como un “sentimiento sexual contrario”, la  etiquetó como un tipo de enfermedad moral ya que el deseo sexual “natural” en estas personas estaba congénitamente invertido y, por lo tanto, era anormal. 

¿Por qué ese afán desmedido por definir a la homosexualidad en los últimos 200 años?

Las definiciones de homosexualidad son tan antiguas como la cultura occidental misma, como lo muestro en Homofobia. Por dos milenios la Iglesia ha definido la “salud” de un individuo, y por salud se refiere a la salud espiritual. Por lo tanto, un homosexual, un sodomita, estaba espiritualmente enfermo. A finales del siglo XVIII el estudio científico había desplazado a la teología como medio para explicar a la humanidad. La ciencia empezó a explorar el “espacio interior” emocional de los seres humanos y por lo tanto empezó a concentrarse en la salud mental tanto de hombres como de mujeres especialmente con respecto a su sexualidad. Si la normalidad sexual tuviera que ser definida y explicada, entonces también debería serlo la anormalidad sexual, y que mejor candidato para lo “anormal” que el antiguo “sodomita” que ahora se convirtió en el invertido y el pervertido, y eventualmente en el homosexual.
  
¿La homosexualidad es natural e inherente al ser humano?

Sí. La más antigua de todas las prohibiciones religiosas establecía que la homosexualidad “no es natural” y la Iglesia aun lo establece. Pero la mayoría de las opiniones científicas respetables ahora apuntan hacia la conclusión de que la homosexualidad no es una conducta adoptada, sino que es “natural”, o sea genética. Por lo que nacemos y no nos hacemos.

¿Cómo se ha educado a la sociedad con homofobia?

Repito lo que mencione anteriormente: en las culturas antiguas, tanto occidentales como orientales, siempre han existido reglas y prohibiciones en cuanto a la homosexualidad. Tanto las tradiciones judeo-cristianas como islámicas siempre la han prohibido y detestado activamente e incluso todavía promueven castigos radicales para las relaciones del mismo género.

¿Porqué una sociedad como la griega aceptaba las conductas homosexuales e incluso las naturalizó?

De todas las culturas occidentales, la Grecia pre-cristiana era la mas tolerante con respecto a las relaciones tanto sexuales como afectivas entre hombres, incluso alabando la pasión entre dos hombres en la literatura y mostrándola en el arte. Pero es difícil saber que práctica sexual tenían los griegos realmente, ya que la evidencia se basa en la literatura y el arte, ambas reconocidas por hacer del deseo algo fantástico. Sin embargo, puede decirse que las relaciones sexuales consensuales entre hombres no eran condenadas, tampoco el sexo entre hombres planteado como algo inmoral en el sentido actual de la palabra, pero podía ser deshonroso porque se creía que el sexo entre hombres no era únicamente una cuestión de pasión e incluso amor, sino de utilidad social. Si el deseo homosexual llevaba únicamente a la consumación sexual y a “nada más”, podía ser deshonroso y este era el argumento de Platón. En “El Banquete”, Platón resume la teoría ideal: un hombre mayor que corteja o pretende a un hombre atractivo más joven puede únicamente esperar favores sexuales si está dispuesto a ser el mentor del más joven, guiándolo hacia el camino de la virilidad y mostrándole como debe actuar un buen ciudadano. A cambio, el más joven se beneficia de la experiencia, por lo que se convierte en un ciudadano decente y honorable. El medio para la transmisión de estos valores sociales es la pasión, el amor y el sexo. 

 ¿Por qué enfatizar el factor reproductivo en el ejercicio de la sexualidad?

Porque las enseñanzas judeo-cristianas condenan el “sexo sin fruto” y condenaron a Onan por “lanzar su semilla hacia la tierra”, así como ordenaron a los hombres y mujeres el “uniros y multiplicaos”.

¿Por qué el ser penetrado ha sido tan condenado, así como el que el hombre asuma una actitud femenina?

Por el poder. La penetración le da al penetrador poder sobre el penetrado. Las mujeres son penetradas,  por lo que ante los ojos de aquellos que aceptan o exigen roles de género estrictos, los hombres que son penetrados dejan de ser hombres y se convierten en mujeres.

¿Por qué se considera el ser femenino como una debilidad?

Es obvio. Se trata de los roles de género: los hombres son reservados y los verdaderos hombres no lloran. Las mujeres sí, son más expresivas. Los hombres que lloran son expresivos y débiles y por lo tanto se convierten en mujeres.
  
¿Por qué se condena desde la época de los griegos el optar únicamente por la homosexualidad?

¿Únicamente? Después de todo han sido dos mil años de condena. Uno no “elige” la homosexualidad, está en los genes. Uno puede elegir tomar alcohol o drogas. Uno puede dejar de tomar drogas y uno puede incluso dejar de tener sexo gay. Pero uno no puede dejar de ser gay. 

¿Es forzoso relacionar a lo homosexual con lo incontrolable y frenético?

No. Es tan necesario como el decir que los verdaderos hombres no lloran. Esta noción, que la gente gay es histérica o sexualmente incontrolable nuevamente se vincula a otra noción sobre las mujeres. En el siglo XIX los científicos escribían tratados sobre “la mujer histérica” y la “histeria” era una enfermedad común para la mujer. La mujer siempre ha sido vista por la Iglesia como sexualmente promiscua y como poseedora de apetitos sexuales incontrolables. Por lo tanto, los hombres que eran mujeres (por ejemplo los homosexuales) también eran percibidos como histéricos y depredadores sexuales.

¿Qué tan válido ha sido fundamentar en la Biblia la condena moral occidental de la homosexualidad?

Si se es un cristiano creyente, es muy válido porque la Biblia es el texto que define sus valores morales. Si no se es un cristiano y se cree que esas doctrinas no tienen fundamentos, entonces no deberían de afectar las creencias propias. Pero debido a que las prohibiciones en la Biblia se han introducido y han permeado la cultura común y se han vuelto parte de la creencia común, y se reflejan en la ley común, determinan casi todos los aspectos de las actitudes de la sociedad respecto a la homosexualidad a pesar de que la interpretación bíblica sobre la condena de la homosexualidad se encuentra en terreno dudoso.

La interpretación de Sodoma ha sido acrecentada por la Iglesia para justificar su rechazo a la homosexualidad ¿Cuál es su lectura ante las presuntas confusiones en la interpretación de los textos bíblicos?

La prohibición de la Biblia está basada en una mala traducción del verbo “saber” en hebreo, usualmente traducido de manera equivocada, de tal manera que sugiere deseo sexual. Sodoma fue castigada no porque los hombres de Sodoma quisieran tener sexo con los ángeles, sino porque habían fallado en su deber de ser hospitalarios con ellos. 

¿Cuál es el momento histórico en que se condena de manera definitiva la homosexualidad?

No hay un momento preciso, pero si quieren revisar las escrituras de Judas Filo a mediados del siglo I después de Cristo, la imagen de Sodoma como la conocemos aparece inicialmente en su completo apogeo. Pero no sería sino hasta el año 1000 que las leyes tanto seculares como eclesiásticas que criminalizaban la sodomía aparecerían.

¿Cómo se puede cambiar a nivel social y de raíz, la concepción histórica de la homosexualidad para erradicar la homofobia?

Mediante la educación y la acción pública. La gente gay debe estar dispuesta a “salir del clóset” ante amigos y familia, en nuestros trabajos, nuestras iglesias, nuestras escuelas y en las calles. Debemos protestar siempre ante el gobierno, las cortes, las iglesias y marchar en las calles, demandar nuestros derechos. En las primeras marchas gay, en los 60, cantábamos: “Dilo fuerte, gay y orgulloso”. Esto todavía significa algo.

¿Estamos en estos momentos ante un panorama social que permita la erradicación de la homofobia?

Como lo dije anteriormente, tenemos el movimiento gay de los derechos civiles, y el pelear por nuestra causa en las calles y en las cortes. Pero ninguna ley va a erradicar la homofobia, la palabra “homofobia” significa miedo a la homosexualidad, miedo a los homosexuales. El miedo no es racional. Por lo tanto, a través de la educación se debe mostrar que no hay que temer a la gente gay, y que la gente gay debe mostrarle a los heterosexuales de manera individual que no somos monstruos. Pero mientras la religión alimente las llamas de la homofobia –y todavía lo hace- esta idea siempre persistirá.

La apertura sexual de los años 60, en la que se comienza a denominar lo homosexual como gay ¿ha provocado un “etiquetamiento” de la sociedad hacia lo homosexual?

El 50 por ciento de los estadounidenses aún cree que la homosexualidad es algo “malo” o “inmoral”, o incluso un “pecado”. Ese porcentaje es menor al que había en los 60, así que sin duda, esta época inició un cambio ya que evidentemente cada vez más personas aceptan tan siquiera que la gente gay debería tener derechos equitativos.
  
¿Por qué se enfatiza en condenar las relaciones amorosas entre hombre – hombre y no se condena tan frecuentemente a las relaciones mujer – mujer?

¿Recuerdan cómo no era mal visto que dos niñas bailaran juntas en un baile escolar pero jamás dos niños? ¿Por qué? Porque no se pensaba que las mujeres fueran “sexuales” en el sentido que los niños lo eran. Por supuesto que esta actitud ha cambiado bastante desde la llegada del feminismo, pero esto de nuevo se vincula con la antigua cuestión sobre la definición de virilidad: los hombres gay amenazan a los heterosexuales, en cambio las mujeres gay agregan otra capa de voyeurismo sexual para los hombres heterosexuales.
  
¿Vive la cultura occidental una “adoración por lo fálico” al sancionar desde tiempos antiguos penetraciones fuera de los cánones “naturales” y no sancionar en sí las relaciones afectivas entre las personas?

El falo siempre ha dominado en el occidente. Los romanos no condenaban al hombre que penetraba a otro hombre, ni condenaban al hombre que recibía sexo oral de otro hombre, no condenaban al hombre que lo daba y lo recibía. Los chicos de preparatoria golpean a un gay después de que este les da lo que ellos quieren. Los hombres heterosexuales son atendidos por travestis y no hay ningún problema mientras no “sepan” quién es “ella” realmente. ¿Pero dos hombres besándose? Eso es amor y eso es repulsivo.

Para erradicar la homofobia ¿Se debe apelar por una tolerancia hacia la diversidad sexual o por el respeto a la diversidad sexual?

Creo que debería ser tanto tolerancia como respeto. Pero no podemos “apelar”, debemos “esperar” y exigir tolerancia y respeto para mostrarle al mundo por qué debemos tenerlo. No podemos tomar una posición defensiva, debemos estar en la ofensiva y luchar por nuestros derechos mediante la educación, así como apoyar desafíos legales a leyes actuales en contra de los homosexuales, incluyendo el derecho a casarse. Si nos sentamos a esperar la tolerancia y el respeto, será una larga espera.


martes, 29 de noviembre de 2011

Las 5 cuestiones principales que plantean quienes se oponen a la inclusión LGBT en la iglesia.



La Rvda. Janet Edwards es una pastora ordenada por la Iglesia Presbiteriana de EE.UU.

En mis 30 años como defensora del amor de Dios por las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), he tenido innumerables conversaciones con quienes piensan distinto de mí sobre Dios, la Escritura y el lugar de los fieles LGBT en la iglesia.
A lo largo de estos años, he oído, he leído y se me han hecho muchas veces las mismas preguntas –y por una amplia variedad de personas. Hoy, comparto con ustedes las cinco preguntas más comunes que he oído, así como mi respuesta a las mismas. 
Hago esto con la esperanza de que otros compartan sus respuestas también y continuemos aprendiendo unos de otros.

Pregunta 1: “¿Cómo puedes olvidar el claro sentido de la Escritura y de toda la tradición cristiana que dicen que el amor entre personas del mismo sexo es un pecado?”

La historia cristiana es una corriente fluida de nueva percepción. Nuestra comprensión e interpretación de la Escritura ha cambiado a lo largo del tiempo, y continúa cambiando, al desarrollarse nuestra comprensión del mundo que Dios ha creado para nosotros.
Por ejemplo, hay versos únicos de la Biblia, tales como “Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales” (Colosenses 3:22), que han sido usados en nuestra historia para justificar actos que ahora consideramos repulsivos –como la esclavitud o la obligación de las mujeres de permanecer calladas en la iglesia. Al aprender, crecemos, y nuestra compresión e interpretación de la Escritura cambia.
Debería ser para nosotros un consuelo que nuestro conocimiento de Dios siempre se esté transformando, a través de la inspiración del Espíritu Santo. Y la fuente de la que surge la nueva inspiración es el diálogo entre nuestras diferentes interpretaciones de la Escritura. Siempre ha habido y habrá desacuerdo en la iglesia sobre lo que quiere decir la Biblia. Algunos cristianos leen que la Biblia dice que el amor entre personas del mismo sexo es un pecado. Otros cristianos leen las historias de David y Jonatán (1 Samuel 18-2 Samuel 1) y el eunuco etíope (Hechos 8), como una afirmación de los hombres gays y por lo tanto como fundamento para incluir a las personas LGBT dentro del amor de Dios.
Opto por participar en la vida plena de la historia cristiana, compartiendo la inspiración que el Espíritu Santo me da. Y puesto que las Escrituras me enseñan que Jesús ha atraído a todas las personas hacia sí mismo (Juan 12:32), veo por esto el abrazo de Dios a las personas LGBT, como un claro sentido de la Escritura y la culminación actual de todo el arco de la historia cristiana.

Pregunta 2: “¿Cómo puedes estar segura de que no te estás inventando cosas para justificar algo que está culturalmente de moda?”

Que esté realmente percibiendo a Dios de forma correcta y haciendo su voluntad es una cuestión de fe. Esto es cierto para cada uno de nosotros, con independencia de nuestra interpretación de la Escritura. Los cristianos viven por fe en el amor de Jesús, no por certeza (solo necesitamos mirar el estado del mundo, para saber que vivimos por fe en el amor de Dios).
Dicho esto, tenemos una buena guía para saber si estamos haciendo la voluntad de Jesús (esté o no culturalmente de moda). Él dijo, “Los conoceréis por sus frutos” (Mateo 7:16). Y Pablo esboza el mejor fruto: “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gálatas 5:22). Alimentar estas virtudes donde quiera que pueda, me asegura que estoy haciendo la voluntad de Dios, y no inventándome cosas para estar culturalmente de moda.
La experiencia me ha enseñado que la inspiración de Dios puede venir de un infinito número de mensajeros, incluyendo tanto la Escritura como la cultura. Así que a lo que me dedico, como cristiana, es a comenzar cada día entregada a amar a Dios y al prójimo, y a estar tan en sintonía con el Espíritu Santo como posiblemente pueda, para saber cómo hacer esto.

Pregunta 3: “¿No violan todas las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales la exigencia bíblica de un matrimonio monógamo entre un hombre y una mujer?”

En la historia bíblica de la creación, Dios declara buenas todas las cosas, hasta este momento: “No está bien que el hombre esté solo; le haré una ayuda a su medida” (Génesis 2:18). No hay nada en la Escritura que exija quién sea esta compañía. De hecho, toda la Escritura (incluyendo al apóstol Pablo) considera a las mujeres como la propiedad servil del marido (y la mayor parte del tiempo con plena aceptación de la posesión de varias esposas). El matrimonio entre los antiguos hebreos y griegos significaba que el hombre tomaba a la mujer como su propiedad. Esto realmente contrasta con nuestra moderna comprensión del matrimonio, que está basada en un compromiso de amor entre adultos igualmente maduros y dispuestos.
Tenemos el testimonio de muchos cristianos lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, que nos dicen que Dios los ha unido a una persona del mismo sexo como su pareja de por vida. Y hemos visto los maravillosos frutos de las vidas de estos creyentes, que contribuyen a sus familias y a sus comunidades con mayor poder y gozo, a causa de la pareja amorosa está a su lado.
Las personas LGBT en relaciones amorosas de pareja tienen todas las cualidades que valoramos en el matrimonio. Estas cualidades son la esencia de la fidelidad en el matrimonio propugnada por la Escritura. Y no olvidemos la advertencia de Jesús, “Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe nadie” (Mateo 19:6, Marcos 10:9). De nuevo, sin estipular a quién ha unido Dios.

Pregunta 4: “¿Cómo puede ningún cristiano, en buena conciencia, mantener o aprobar prácticas sexuales que son tanto no naturales como peligrosas?”

Yo veo la línea entre seguridad y peligro pasando a través de las vidas de todas las personas, no entre personas hetero por un lado y personas LGBT por el otro. Toda actividad sexual incluye posibilidades inherentes de peligro. La mejor protección contra estos peligros es mantener la actividad sexual después de que haya intimidad en otros niveles importantes de vida –estar seguros del amor mutuo y consentido entre adultos maduros. Esto sirve para todas las parejas.
Quienes rechazan y convierten a las personas LGTB en excluidos, crean una profecía autocumplida. Un hijo o una hija saldrán del armario en algunas comunidades y se encontrará con un entorno hostil. Observan cómo sus vínculos familiares y eclesiales son amputados. Su estructura de apoyo moral –aquella que guía la toma de buenas decisiones morales- desaparece y se les deja navegar el mundo por sí mismos. Algunos afortunados encuentran una comunidad que es abierta y afirmativa, y puede prosperar; mientras otros no encuentran apoyo moral y acaban tomando una serie de malas decisiones.
Ahora, imagina por un momento si más personas en nuestras comunidades y en la iglesia fueran acogedoras y afirmativas de las personas LGBT. Si en vez de rechazar y volver la espalda a sus hijos o vecinos, pudieran continuar animando elecciones morales buenas y seguras, que también les permitieran ser quienes son ante Dios. El resultado, y nuestro mundo, sería maravillosamente diferente: seguro y sobre todo mejor.

Pregunta 5: “¿Cómo puedes desechar la manera como Jesús puede curar a las personas que sufren una dolencia como el alcoholismo o la atracción por personas del mismo sexo?”

Ningún cristiano negaría que Jesús curara a quienes sufrían una dolencia. Lo que rechazo es la presunción de que el amor entre personas del mismo sexo es una dolencia. Lo hago porque me fío del testimonio, de palabra y de obra, de cristianos lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y de quienes conocen su amor y sus dones.
Tristemente, sé que muchas personas LGBT que comenzaron su comprensión de sí mismos donde la tradición y la religión les enseñó: creen durante años que son defectuosos, pecadores y necesitan ser curados. Ruegan a Jesús esa curación durante años. Y Su respuesta es que ellos son íntegros y buenos tal como son. Punto. Sus almas han sido probadas en el fuego del refinador y confío en su discernimiento de la voluntad de Dios. La bondad de sus vidas desde que aceptan el amor de Dios muestra que tiene razón.
Sin embargo, algunos en nuestra sociedad intentan “curar” a estos hijos e hijas de Dios mediante terapias reparativas (intentos de cambiar a las personas LGBT para ser “hetero”). Ellos presentan un reducido grupo selecto como ejemplos de “éxito” y no quieren hablar del daño hecho a tantos otros. El daño infligido por esos programas es una atroz agresión a las almas de las personas LGBT que pasan por ellos. Deben ser parados.
Sí, Jesús puede curar a las personas de sus dolencias –pero si no hay dolencia, entonces no hay necesidad de cura.
Finalmente, debo hacer un comentario sobre la ecuación que algunos tratan de hacer entre alcoholismo y haber nacido gay, lo que me molesta sobremanera. Mi madre era una alcohólica. Murió mucho antes de tiempo por un cáncer de garganta asociado a la bebida y al tabaco. El alcoholismo es una enfermedad terrible, mortalmente progresiva, que afecta al propio cuerpo, la propia mente y el propio espíritu. Al tiempo que la enfermedad consume la atención de uno, también devora las relaciones con todos quienes amamos. Quienes viven abiertamente y honestamente como lesbianas, gays, bisexuales o transexuales, el daño para el cuerpo, la mente y el alma viene desde fuera, no desde dentro. Viene de quienes rechazan, marginan y vuelven sus espaldas a su familia, amigos o vecinos, que tiene el valor de salir del armario. Intentar hacer equivaler las dos cosas, demuestra una mala comprensión de ambas.
-
Gracias de antemano a quienes comparten sus propias respuestas con estas, y a quienes preguntan sinceramente estas cuestiones y comentan honestamente mis respuestas.
Paz,
Reverenda Janet Edwards
Texto traducido del  inglés por A. Luis Pelegrín con permiso de la Rvda. Janet Edwards

lunes, 21 de noviembre de 2011

La religión como negocio.



Pare de Sufrir: soluciones milagrosas para los fieles; veta financiera para sus ministros

Autor: Carolina Gómez. Fuente: La Jornada - México.


Promete resolver dilemas económicos, de salud, de amor... y hasta la homosexualidad
A más aportaciones monetarias, mayores serán las bendiciones divinas, aseguran
Solucionar problemas económicos, amorosos, de salud, sicológicos, espirituales, de autoestima, matrimoniales y con los hijos e incluso liberar de la homosexualidad y de trabajos de brujería, son parte de la oferta que hace a sus potenciales feligreses y a quienes ya lo son, la Iglesia Universal del Reino de Dios, conocida como Pare de Sufrir.
Esas promesas son para disfrutar en esta vida tanto la felicidad como la prosperidad anheladas. Pero todo esto cuesta, y no precisamente esfuerzo, dedicación y fe, sino dinero, el cual esta asociación se allega a través del diezmo y un sinnúmero de estrategias ideadas para colectar recursos durante sus servicios religiosos.
La tesis que, directa y veladamente, inculcan los ministros en sus prédicas es que a más aportaciones monetarias, mayores serán las bendiciones divinas para, definitivamente, llegar a ser el consentido(a) de Dios.
Justamente por este afán de búsqueda de dinero y de manejos poco claros, en septiembre pasado el autodenominado pastor Edir Macedo, fundador de dicha iglesia, fue detenido junto con tres de sus colaboradores, acusado de fraude, lavado de dinero y evasión de divisas. Se les imputó enviar de forma ilegal importantes cantidades de dinero a Estados Unidos, por medio de una casa de cambio con sede en Sao Paulo.
Esta no es la primera vez que Macedo enfrenta este tipo de situaciones, pues tanto en su natal Brasil como en otros países se ha insistido que esa iglesia obtiene recursos de su grey a través decuestionadas promesas de ayuda espiritual.
Lo que sin duda queda claro para quienes no han sido seducidos por los histriónicos sermones de sus pastores brasileños es que los principales consentidos de Dios son los dirigentes de esta iglesia, pues tan sólo en México –uno de los 36 países en donde tiene presencia–, en menos de tres lustros han logrado contar con 78 templos en 29 estados.
En la colonia Roma del Distrito Federal, este credo compró su principal templo, el imponente edificio que fuera el teatro Silvia Pinal.
La avalancha de críticas ha estado presente en diversos medios de comunicación de los países en donde se asientan, y también en un sinnúmero de sitios de Internet en los que se denuncia la forma en que esta iglesia se hace de recursos y los métodos nada convencionales ni espirituales con que dice resolverá las problemáticas espirituales, económicas, familiares y amorosas de sus fieles.
En diversos servicios religiosos a los que asistió este diario, se pudo constatar el énfasis que ponen sus pastores en el asunto del dinero que se debe aportar para poder mantener la obra de Dios y adquirir más templos, la insistencia con la que aseguran no somos charlatanes y que el diezmo es un mandato de Dios, está en la Biblia, no lo inventamos los obispos.
Los ejecutivos de ventas de Dios
También este diario fue testigo de los métodos que emplean para obligar al feligrés a asistir al culto, pues es ahí en donde se le exigen las cooperaciones monetarias y la adquisición de artículos que, dicen, solucionarán sus pesares, siempre destacando que todo tiene origen divino.
Durante el servicio religioso, uno de los obispos promovió la adquisición de lo que denominó champú consagrado y aseguró que al lavar el cabello con este producto cambiarás tu forma de pensar. Entre los presentes nadie pareció poner en duda la afirmación.
De inmediato, el ministro preguntó quiénes no lo tenían y numerosos asistentes levantaron la mano. Los obreros(as) –una especie de ayudantes y guardias que vigilan a los feligreses– repartieron pequeños envases embolsados y con la leyenda ponga aquí su shampoo y tráigalo para ser bendecido.
Pero esta iglesia también ha promovido el agua bendita del río Jordán, la sal bendecida y el pan que cura enfermedades, entre otros.
Ante esta mercadotecnia religiosa, programas humorísticos como La Cáscara, del canal 2 de Panamá, han hecho parodias (disponibles en YouTube) denominadas Pague por sufrir. La iglesia amagó con demandar, pero el productor del programa respondió: si ellos quieren demandar primero deberán mostrar los comprobantes de aduana de la introducción al país de los contenedores con el agua del río Jordán.
También en YouTube existen videos de rap críticos como Pare de mentir y Soy evangélico. En ellos se hace parodia de los artículos que vende el credo y su capacidad para adquirir cines y teatros, y otros destacan que los predicadores son ejecutivos de ventas de Dios que sólo hablan necedades.
Presencia en México
En muchos países se han escrito y presentado testimonios en contra de este credo: Argentina, Chile, Panamá, Nicaragua, México, Bélgica y Reino Unido, pero eso no ha impedido la expansión de esta iglesia evangélica pentecostal de origen brasileño.
A México llegó en 1994 de la mano de otro credo y luego se independizó. Aquí, su denominación completa es Iglesia Universal del Reino de Dios Oración Fuerte al Espíritu Santo y obtuvo su registro ante la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación en 2001 (SGAR 2499). Tiene 258 ministros de culto.
Fue fundada por Macedo en 1977. En su biografía, disponible en la página electrónica de la iglesia, se indica que se inició como funcionario público y que es graduado en teología y tiene doctorados en esa disciplina.
Confiar en lo inverosímil
Sicólogos, sociólogos y expertos en religión expresaron que aunque para muchas personas parezca increíble que quienes asisten a este culto asimilen todo lo que se les dice, la realidad es que en este tipo de aspectos suele no operar la racionalidad.
Bernardo Barranco, estudioso de las religiones, indicó que así como a los católicos les podrían parecer inconcebibles las aseveraciones expresadas por los ministros de esta iglesia, a quienes no conocen el catolicismo les podría parecer irracional asegurar la existencia de la trinidad o que Jesús resucitó, caminó sobre el mar y multiplicó panes.
Añadió que la gente puede confiar en lo inverosímil porque necesita creer en algo, necesita certezas en medio de un mundo lleno de incertidumbre y enloquecido, necesita de símbolos y fetiches que le den sentido a su vida, que le den el pasaporte a la seguridad.
Benjamín Domínguez Trejo, doctor en sicología y académico de la UNAM, indicó que una de las funciones del cerebro humano es producir creencias, muchas de las cuales pueden tener o no bases o evidencias, porque no las necesitan, y entre ellas están las religiosas, y esta es la parte que muchos grupos religiosos explotan y han convertido en negocio.
Añadió que bajo situaciones de estrés algunas creencias se vuelven insuficientes para el funcionamiento cotidiano y tienden a ser restructuradas y algunos credos se valen de esto.
Alfredo Nateras, sociólogo y profesor investigador de la UAM Iztapalapa, indicó que las creencias son un acto de fe por lo que no importa que sean irracionales y absurdas, y quienes las asumen buscan dar sentido a su vida, resolver dilemas, sobre todo en épocas de crisis.
Marx se quedó corto...
 Durante los servicios religiosos, los pastores ponen especial énfasis en el asunto del dinero que se debe aportar para poder mantener la obra de Dios y adquirir más templos, la insistencia con la que aseguran no somos charlatanes y que el diezmo es un mandato de Dios, está en la Biblia, no lo inventamos los obispos.
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Religión, Homosexualidad y Activismo

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