“Ver el mundo en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz interior porque la vida, por donde se mira, está compuesta de matices.

Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de arrogancia y estupidez.”

Walter Riso.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Canadá abre el debate sobre las mezquitas inclusivas para gays, lesbianas y transexuales.



Cuando se cumple un año de la inauguración de la primera mezquita inclusiva de Europa en París donde se les permite a mujeres y hombres llevar a cabo sus oraciones compartiendo el mismo espacio, se celebra la oración del Viernes (Khutbah) y se bendicen a los matrimonios del mismo sexo, un grupo de homosexuales musulmanes canadienses tienen previsto la apertura de una mezquita LGBT friendly en la ciudad de Halifax, en Nueva Escocia. 

Toronto, Atlanta y Washington cuentan ya con mezquitas inclusivas. Una iniciativa que parte de El-Farouk Khaki, un musulmán gay nacido en Tanzania, que emigró siendo un niño a Canadá, y que nunca ha renunciado a vivir con plenitud su homosexualidad ni a su fe musulmana. En 2009 fundó en Toronto el círculo el-Tawhid Juma, la primera mezquita expresamente abierta a todas las orientaciones e identidades sexuales. Un círculo en expansión, que ya ha cruzado la frontera con Estados Unidos y fundado dos mezquitas más en Atlanta y Washington. 

Khaki comenzó un difícil camino de activismo LGTB en el seno del islam en 1991, cuando fundó Salaam, un grupo de apoyo a musulmanes LGTB. También fue uno de los creadores de Min-Alaq, un colectivo musulmán de sensibilidad progresista. Como abogado, ha trabajado además a favor de los derechos de los inmigrantes. Pero fue después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, cuando sintió la necesidad de luchar contra los crecientes prejuicios y la discriminación contra los musulmanes que viven en países occidentales, entre los cuales hay numerosas personas LGTB. 

En 2005 contribuyó a organizar el primer rezo musulmán conjunto de hombres y mujer dirigida por una fémina, y cuatro años más tarde fundó la mezquita de Toronto. Una mezquita que va más allá de la mera existencia de un grupo de musulmanes LGTB que se reúnen para rezar y que respeta las reglas básicas de funcionamiento de este tipo de templos por lo que a la Khutbah (oración del viernes) se refiere. No existe la segregación por sexos.

Así Halifax tendrá la segunda mezquita LGBTI en Canadá. El portavoz de esta iniciativa se llama Syed Adnan Hussein. Asegura que las personas que forman parte de su grupo son libres de orar en las mezquitas más tradicionales de la ciudad pero querían crear un espacio donde poder sentirse cómodos con su propia identidad mientras practican su fe. Hussein pone un ejemplo, ‘los transexuales pueden decidir si quieren rezar al lado de las mujeres aunque tenga un aspecto más masculino’. 

En opinión de este líder musulmán, 'Para mí, la creación de un espacio espiritual donde todos somos iguales es realmente importante ya que no afectará a nuestra vidas fuera del espacio reservado para la oración'.

Varios imanes en Halifax han asegurado a la cadena CBC News que las personas LGBTI no son excluidas de la oración en las cinco mezquitas existentes de la ciudad pero ninguno había oído hablar de un musulmán abiertamente gays o transexuales en la ciudad. De hecho, el imán Ibrahim Alshanti, de los Estados musulmanes de Halifax, confirma que "En las mezquitas del mundo todos son bienvenidos sin importar la raza, el color, el género, lo que sean. Abrir una nueva mezquita especialmente para estas personas no lo veo necesario".

Los eruditos musulmanes dicen que el Corán tiene clara su opinión sobre la homosexualidad: "Lo que el Corán dice claramente, al igual que la Biblia, es que no acepta la homosexualidad", asegura Jamal Badawi, profesor emérito de la Universidad de Saint Mary en Halifax: "Se considera como la norma en términos de las necesidades de la sociedad la relación entre hombres y mujeres."

Badawi afirma que no debemos malinterpretar lo que él o el Corán dice ya que ‘el Islam no predica la violencia o el odio contra las personas homosexuales o transexuales. Hay una gran diferencia entre el desacuerdo y la discriminación. Usted puede estar en desacuerdo con las personas y sus puntos de vista pero, no por ello, las margina. Todo el mundo tiene derecho a estar de acuerdo o en desacuerdo con las ideas de alguien. Pero en cuanto a la discriminación, eso es lo que todos debemos estar en contra", dice este estudioso en las leyes coránicas.

Cortesíahttp://www.ragap.es

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