“Ver el mundo en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz interior porque la vida, por donde se mira, está compuesta de matices.

Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de arrogancia y estupidez.”

Walter Riso.

miércoles, 15 de junio de 2011

La historia de la bandera LGBT.


Sin lugar a dudas es el símbolo con el que se identifican muchas personas lesbianas, gays, bisexuales y trans de todo el mundo. Varios la consideran, con justa razón, una demostración de la “norteamericanización” de las luchas reivindicativas de los homosexuales en Occidente. Y en las pasadas marchas del orgullo y la ciudadanía gay quedó demostrado su vigencia: quizás no hubo ninguna en la que este símbolo no se ondeara.

Se trata de la bandera del arco iris o del orgullo LGTB. Compuesta por seis bandas longitudinales y de igual tamaño ubicadas horizontalmente, esta bandera lleva más de treinta años representando a un grupo muy diverso de personas con gustos, orientaciones sexuales, identidades de género y formas de pensar muy diferentes.

La bandera ha sido históricamente un símbolo de identificación de un grupo para lograr cierta coordinación en sus movimientos y evitar la desorganización, pero también un símbolo de autoafirmación, victoria y valores particulares.

Una bandera puede vincularse a una tendencia de ubicarse por encima del nivel normal, y el “ondeo” como un sentimiento de libertad. Según los investigadores Pascual Chenel y Alfonso Serrano, autores del libro Diccionario de símbolos, en muchas representaciones “la mera aparición de éste símbolo ofrece una supuesta protección a aquellos que se identifican”.

Para conocer el trasfondo histórico de esta bandera debemos remontarnos a los Estados Unidos de 1974, cuando la Asociación de Psiquiatría de este país retiró a la homosexualidad como enfermedad de su lista de trastornos mentales. Un año antes, en Europa había ocurrido un hecho semejante: Alemania Federal había abolido las prácticas homosexuales como delito y causal de detención. Estas conquistas promovieron una nueva mirada hacia los afectos entre personas del mismo sexo, tanto en los ámbitos académicos como en los políticos, que hasta ese momento habían caracterizado a las homosexualidades como aversiones. Prueba de ello habían sido los libros de carácter investigativo y sociológico como Los extraños de Howard Becker (1972), Nuestros antepasados pervertidos de Pierre Hanhn (1979), Homosexuales de Bell y Winberg, (1979), y La sociedad Homosexual de Richard Hauser.

En 1977, ocurrió una victoria en el plano activista de los Estados Unidos, cuando el líder gay Harvey Milk llegó a la Junta de Supervisores de San Francisco, convirtiéndose en el primer hombre abiertamente gay en ocupar un cargo público en Estados Unidos. A su corto paso por la Plana de Supervisores, la actividad política de Milk giró principalmente en torno a la preocupación por los derechos de los gais y de los problemas que afectan a las poblaciones discriminadas de Nueva York. Luchó por abolir aquellas leyes retrogradas que condenaban a la homosexualidad e instalar leyes que le apostarían el trato igualitario entre heterosexuales y homosexuales. Milk también gestionó proyectos para los obreros y los ancianos y estuvo detrás de la derrota de la propuesta del senado estatal de prohibirles a los homosexuales y lesbianas enseñar en las escuelas públicas de California.

El empoderamiento gestionado por Milk revalorizó la idea de una “cultura gay”. En un estudio ubicado en California, el joven artista Gilbert Baker diseñaba una bandera compuesta por los ocho colores del arco iris, con el fin de presentar la diversidad de identidades y gustos al interior de la comunidad de personas homosexuales.

Según explicó el propio Baker años más tarde, la idea de recurrir a los colores del arco iris también surgió de la canción Más allá del arco iris, interpretada por la actriz Judy Garland en la película El Mago de Oz, y que se había convertido en un himno gay desde la década de los 60. Gilbert Baker le dio significado a cada color: rojo para sexualidad, naranja para la vida sana, amarillo es la puesta de sol, verde es naturaleza, azul es arte y violeta es armonía, y espíritu.

No obstante, algunos analistas de símbolos sostienen que Baker también se dejó influir por los movimientos de los derechos de las minorías y los derechos humanos que también usaban el arco iris como símbolo asociado a leyendas e historias que se relacionan al género, la sexualidad, la alegría y la diversidad de pensamientos.

El 27 de noviembre de 1978, la comunidad gay de Estados Unidos se enteró con una fatídica noticia: Harvey Milk y su amigo, el alcalde George Moscone, fueron abaleados por el ex supervisor Dan White, que había dimitido poco antes a su cargo y tenía aspiraciones de recuperarlo de nuevo. Horas más tarde, White se entregó a las autoridades y se sometió al proceso requerido.

Convertida rápidamente en un símbolo, la bandera empezó a ser demandada en grandes cantidades. Esta situación propició un primer cambio: la eliminación de la banda magenta, debido a la imposibilidad de reproducir dicho color en las fábricas de tintura de San Francisco.

La bandera no volvería a ser igual. Un año más tarde, este distintivo sufrió una nueva transformación. Debido a que cuando ésta se pegaba verticalmente a los postes de luz de San Francisco, los colores centrales se encubrían con los de los postes, se optó por disminuir la cantidad de colores de la bandera.

El resultado: se eliminó el color turquesa. La década de los 80 fue el momento en el que la bandera del arco iris traspasó las fronteras de San Francisco y se esparció como símbolo gay en varios estados de Norteamérica.

Al mismo tiempo, la globalización también permitió que rápidamente este símbolo llegara a otros países, incorporándose ágilmente en las luchas locales de varios países del mundo entre ellos, por supuesto, los de América Latina y Europa.

Si bien muchos defienden la bandera expresando que ésta es el símbolo que representa la lucha contra el paradigma heteronormativo, no se puede negar que este emblema ha dejado a más de uno con varios billetes en el bolsillo.

Cabos sueltos

Copyletf Adelantado

Resulta curioso que el creador de la bandera, Gilbert Baker, nunca registró los derechos autorales de su creación. Desde luego, en aquella época no se hablaba de libres licencias,
Copyletf o Creative Commons.

No volvamos al pasado

En el 2003, para la vigésimo quinta versión del Desfile del Orgullo Gay en Estados Unidos, el diseñador de la bandera quiso regresar a su diseño original, proponiendo entonces la versión de ocho bandas. Pero ya era demasiado tarde y la respuesta no fue la más afortunada para Baker: ni los sitios ni las personas LGTB de ese país quisieron aceptar otra vez este modelo del pasado.

Rainbow Land

El 14 de junio de 2004 un grupo de personas LGTB en Australia plantó la famosa bandera en una isla aun deshabitada en las Islas del Mar del Coral, ubicado en el sudeste de Queensland, como símbolo de la fundación de un “territorio gay”. Dale Parker Anderson, uno de los integrantes del grupo, fue declarado más tarde como emperador de la Isla.

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