“Ver el mundo en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz interior porque la vida, por donde se mira, está compuesta de matices.

Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de arrogancia y estupidez.”

Walter Riso.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Partido Religioso NUVIPA entrega 67.000 Firmas en contra Matrimonio Civil Igualitario frente Asamblea Nacional Caracas.








A continuación fotos de un Grupo Político religioso NUVIPA realizando una protesta frente a la Asamblea Nacional ante la iniciativa de Grupos de la Sexo Diversidad para la aprobación de una Ley para el Matrimonio Civil Igualitario!!!



El fundamentalismo crea imágenes y complejos cerrados, que facilitan la interpretación de todo el mal que existe en el mundo. 


Se basa en un principio dualístico: Dios contra Satanás, el bien contra el mal, conceptos que simplifican los patrones de orientación y forman la base de un pensamiento filosófico rígido.



El "fundamentalismo" es un fenómeno que surge a menudo dentro de las tradiciones religiosas judía, cristiana y musulmana en reacción a cambios culturales abruptos, la desorientación espiritual de los fieles, el excesivo materialismo y la secularización. 


Los fundamentalistas se sienten amenazados en el mundo dominado supuestamente por poderes malignos y buscan respuestas simplistas, autoritarias y moralizantes para crear un nuevo orbe, donde puedan vivir en paz, según las normas ancestrales de su religión.


La palabra "fundamentalismo" fue creada por un grupo de evangélicos conservadores, quienes entre l9l0 y l9l5 publicaron en Chicago una serie de folletos llamados "The Fundamentals, a testimonium of the Truth", y los repartieron en iglesias y lugares públicos de todo el país. Ellos se auto-denominaron "fundamentalistas". 


El movimiento religioso al cual pertenecieron los representantes del "fundamentalismo cristiano o protestante" estalló en los Estados Unidos durante las últimas décadas del siglo pasado. 


Sus fundadores luchaban contra corrientes sociales y teológicas del liberalismo y modernismo, consideradas por los tradicionalistas como una amenaza al cristianismo tradicional. En aquel tiempo, la rápida urbanización e industrialización y las masivas inmigraciones de mano de obra europea provocaron cambios sociales y económicos, que también tuvieron repercusiones en el campo religioso . 


El puritanismo de los colonos anglosajones de la "frontera" se debilitó en las grandes ciudades, donde el "secular humanismo" empezó a establecerse como guía e ideal del modernismo democrático y liberal.


Originalmente, los fundamentalistas norteamericanos eran miembros de diferentes denominaciones protestantes, tales como Baptistas, Presbiterianos y Metodistas, pero luego fueron expulsados de sus iglesias respectivas debido a sus opiniones ultra-conservadores y por su oposición a las transformaciones teológicas, al modernismo y al liberalismo de la época.


Se formaron grupos disidentes en todas partes del país, que más tarde se unieron con políticos de la extrema derecha. El movimiento fundamentalista no desapareció ni con la depresión de los años 30, ni con la Segunda Guerra mundial, ni en la época de la prosperidad de los años 60, por el contrario, surgió nuevamente en el campo político y religioso en los años 70.


No cabe duda que en el mundo de hoy existen muchos problemas sociales, económicos y religiosos. Las corrientes socio-psicológicas de nuestros días se basan en la Ilustración del siglo XVIII y el modernismo del siglo XIX y XX. En las últimas décadas surgió el postmodernismo pluralista, que da licencia a todos para hacer lo que quieran, fomentando la incertidumbre, la pérdida de valores ancestrales y de normas para reglamentar el comportamiento humano. 


El individuo tiene dos opciones para hacer frente a esta crisis existencialista: puede dejar correr las cosas o buscar una solución extrema, por un lado en la criminalidad, por el otro en el fundamentalismo político - religioso.


En todas partes del mundo y en todas las religiones mundiales el fundamentalismo nace como reacción a las corrientes y patrones de vida postmodernistas, que llegan a ser insoportables. Los estudios de antropólogos, filósofos y psicólogos han comprobado que el hombre no puede vivir sin leyes, tiene que adherirse a un código moral. En todos los grupos culturales del mundo existe un complejo religioso, que de una forma u otra guía la vida de sus miembros.


Para hacer frente a la inseguridad moral de nuestros días surge el fundamentalismo, que fomenta seriedad, adherencia a reglas fijas de comportamiento y el retorno de las costumbres ancestrales. El fundamentalismo preserva la ortodoxia e instrumentaliza las tradiciones. 


Rechaza la orientación del "humanismo secular", que fue muy alabado por los liberales, pero indudablemente no sirve para guía universal. 


El fundamentalismo crea imágenes y complejos cerrados, que facilitan la interpretación de todo el mal que existe en el mundo. Se basa en un principio dualístico: Dios contra Satanás, el bien contra el mal, conceptos que simplifican los patrones de orientación y forman la base de un pensamiento filosófico rígido.


Las reivindicaciones religiosas vuelven a influenciar la vida y el comportamiento de los hombres. El postulado es absolutista. A menudo el anti-modernismo fomenta el fanatismo y el terrorismo internacional. A través del fundamentalismo, los hombres buscan sus raíces, su identidad cultural y étnica, lo que se observa entre los negros norteamericanos y en las minorías nacionalistas en muchos países europeos.


Es interesante notar que el fanatismo y la extrema tolerancia sobreviven paralelamente en el mundo de hoy. Con la separación de la iglesia del estado, y la libertad de culto, la religión llegó a ser un asunto privado. 


Nacen nuevas sectas cristianas y nuevas religiones de diferentes índoles. Hoy en día existe un verdadero "mercado religioso", donde cada uno encuentra algo a su gusto. Este boom religioso se debe al vacío espiritual de la sociedad moderna.


En el campo político, por un lado, los fundamentalistas fanáticos se oponen a los derechos humanos, la democracia, el pluralismo y la tolerancia. Mientras, los fundamentalistas moderados promueven el patriotismo y una política conservadora, que inculque moralidad y sentimientos religiosos a los jóvenes y exhorten a los fieles a preservar la naturaleza. 


El éxito de las iglesias pentecostales, evangélicas y de otros movimientos fundamentalistas en la actualidad comprueba que en el mundo actual un crecido número de seres humanos en todos los continentes vuelven a los valores del pasado y que, a la entrada del tercer milenio, el fundamentalismo es la lógica reacción a los errores cometidos por el modernismo, el materialismo y el secularismo de nuestra época.


El fundamentalismo religioso se opone al desafío del modernismo y a la sociedad pluralista y busca restaurar los valores éticos y el regreso al antiguo orden divino. 


Solicita la sumisión a la autoridad absoluta de los líderes y a las leyes morales estrictas y promueve la intensificación de las prácticas religiosas. 


Está en contra de la libertad religiosa y de los logros del Concilio Vaticano II y de movimientos reformistas de cualquier religión.


El fundamentalismo también engloba conceptos apocalípticos. Se opone al progreso científico e ideológico y, en algunos casos, llega a un totalitarismo absoluto, defendido por la fuerza. 


Se trata de una reacción a veces violenta contra el cambio abrupto del modo de vida en los países del Tercer Mundo, donde las respuestas simplistas y moralizantes atraen a los desorientados y marginados.


Angelina Pollak - Eltz

(Versión María Fernanda Mujica)
 




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