“Ver el mundo en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz interior porque la vida, por donde se mira, está compuesta de matices.

Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de arrogancia y estupidez.”

Walter Riso.

jueves, 21 de abril de 2011

La pedofilia es otra orientación sexual, como la homosexualidad, dicen psicólogos al Parlamento canadiense.


Aseguran que por eso "no puede cambiarse con terapia"; el diputado quebecois, Marc Lemay, se pregunta si debe aceptarse la pedofilia como hoy se acepta la homosexualidad.

En una sesión en el Parlamento canadiense el pasado día de san Valentín [ puede leerse íntegra en inglés AQUÍ ] acerca de un proyecto de ley sobre delitos sexuales contra los niños, unos expertos en psicología afirmaron que la pedofilia es una “orientación sexual” comparable a la homosexualidad o a la heterosexualidad.
El proyecto de ley C-54, para enmendar el Código Criminal, busca aumentar o imponer una normativa de sentencias o castigos mínimos por crímenes particulares a los que atacan sexualmente a niños. La discusión parlamentaria del 14 de febrero se centró en la normativa de encarcelamiento mínimo y cómo los atacantes responden al tratamiento.
El doctor Vernon Quinsey y el doctor Hubert Van Gijseghem, expertos en el tema, fueron llamados como testigos.

“Cuando hablamos de terapia o cuando los individuos hacen terapia y sentimos que están apaciguados, esta buena noticia muchas veces resulta ilusoria”, dijo Van Gijseghem, psicólogo y profesor jubilado de la Universidad de Montreal.

“Los pedófilos no son simplemente personas que cada tanto cometen un delito puntual, sino que más bien están aferrándose a lo que es equivalente a una orientación sexual, así como otro individuo puede estar aferrándose a la heterosexualidad o inclusive a la homosexualidad”, enfatizó Van Gijseghem.

Los verdaderos pedófilos tienen preferencia exclusiva por los niños, que es lo mismo que tener una orientación sexual. No se puede cambiar la orientación sexual de una persona”, pero agregó: “Sin embargo, puede mantener la abstinencia”.

Sin embargo, el miembro del Parlamento Marc Lemay, del Bloque de Quebec, desafió la definición de Van Gijseghem. “En en este Día de San Valentín tengo que admitir que no esperaba estar hablando sobre este tipo inapropiado de amor. En realidad, no es amor, tiene que ver más con la violencia y el control. Estoy preocupado, profesor Van Gijseghem… porque usted dice, si no estoy equivocado, que la pedofilia es una orientación sexual”.

“Eso es lo que dije”, continuó diciendo Van Gijseghem.

Lemay continuó el punto, preguntando si, en consecuencia, debería “ser comparada con la homosexualidad”.

“Sí, o con la heterosexualidad”, respondió Van Gijseghem. “Si, por ejemplo, usted estuviera viviendo en una sociedad donde la heterosexualidad esté proscrita o prohibida, y le dijeran que usted tiene que hacer terapia para cambiar su orientación sexual, probablemente usted diga que es una locura. En otras palabras, usted no aceptaría eso en absoluto. Utilizo esta analogía para decir que, por cierto que sí, los pedófilos no cambian su orientación sexual”.

Durante su testimonio, Quinsey, profesor emérito de psicología en la Universidad de Queen, dijo que “los intereses sexuales” de los pedófilos “prefieren los niños pre-púberes”. Dijo que “no hay evidencia que esta especie de preferencia pueda ser cambiada a través de un tratamiento o a través de alguna otra cosa”.

“Usted puede manejar el riesgo que presentan los atacantes sexuales, también los pedófilos”, agregó Quinsey, “No necesariamente habrán de cambiar su orientación sexual; necesitan aprender a controlarse, sin nuestra ayuda”.
El diputado de Quebec afirmó: “En mi opinión, la sociedad y nadie en esta comisión aceptará la pedofilia, aunque sea una orientación sexual. Recuerdo un periodo, no demasiado tiempo atrás, en que la homosexualidad era tratada como una enfermedad. Ahora es aceptada, la sociedad la ha aceptado… No puedo imaginar que la pedofilia sea aceptada en el año 2011".
Sobre la falta de tratamiento, el diputado Lemay fue muy claro: "Usted me está diciendo que incluso si impusiéramos un mínimo de cinco años a las personas, esto no resolvería el problema. Una vez que salen de la cárcel, volverían a delinquir. Esto es angustiante”.

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Religión, Homosexualidad y Activismo

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